Copenhague, Dinamarca (EL MUNDO).- Es el periodista más polémico de Dinamarca, pero es un hombre de palabra. A principios de 2010, Henrik Qvortrup estaba tan seguro de que el pequeño partido Alianza Liberal (LA) no alcanzaría en las siguientes elecciones legislativas el mínimo del 2% del voto imprescindible para seguir en el Parlamento danés, que prometió que si lo lograba se comería su "viejo sombrero".
En el momento de la bravata, LA penaba por los sondeos por debajo del 0,1%. Su líder, Anders Samuelsen, reconocía recientemente que entonces ni su madre creía que el partido sobreviviría. Tras meses de arduo trabajo, sin embargo, Samuelsen y su gente resurgieron de sus cenizas y el pasado jueves obtuvieron un impresionante 5% que casi duplica sus resultados de 2007, cuando LA (entonces Nueva Alianza) era una formación recién nacida.
De modo que Qvortrup se ha comido un sombrero de paja. Lo ha hecho el lunes en directo en Go' morgen Danmark, un programa matinal de TV2, la cadena en que trabaja como analista político.
Si bien es cierto que no lo engulló crudo, y que antes un chef llamado Gorm Wisweh se lo preparó como si fuese un ossobuco, conviene repetir que el plato contenía un sombrero de paja en lugar del habitual jarrete de ternera.
Wisweh coció el sombrero con laurel durante 12 horas, y luego lo metió en el horno durante una hora, acompañado de zanahorias, apio y vino tinto. De guarnición, risotto. "Ha quedado al dente, tirando a duro", ha explicado Wisweh. "Lo llamo osso hato (hat significa sombrero en danés)".
Qvortrup estuvo masticando durante media hora hasta que los presentadores del programa se apiadaron de él y le permitieron dejar algunos restos. "Me los comeré más tarde, me los pueden meter en una bolsita", ha asegurado el periodista. "Es importante distribuir la ingestión a lo largo del día. Tengamos en cuenta que, ahora mismo, mi sistema digestivo está procesando parte de un sombrero".
"Gente que me quiere sugirió que comiese un sombrero de Napoleón [nombre que se da en Dinamarca a un pastel cuya forma recuerda vagamente la del sombrero del emperador francés], pero me parecía una mariconada. Dije que me comería mi viejo sombrero y eso he hecho. Al fin y al cabo, como es de paja, se trata de un producto natural".
El periodista no siente rencor alguno hacia LA: "Debía pagar por mi ligereza y arrogancia, así que es justo que cumpla mi promesa. Dije aquello en un momento de debilidad, convencido de que el partido no tenía nada que hacer. A partir de ahora me abstendré de realizar comentarios tan rotundos".
Samuelsen, el líder de la formación ultraliberal, ha elogiado la valentía de Qvortrup: "Te has comido la cuarta parte de un sombrero -escribe en Facebook-. ¡Respeto!".
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